Prefacio

En la tarde del 30 de diciembre del 2006 mientras caminaba por el parque Güell en Barcelona, he visto a una mujer que corría hacia la salida del parque sujetándose con fuerza su brazo izquierdo.

Me ha parecido algo desesperada y justo al cruzar la puerta la he escuchado gritar tristemente el nombre de Fausto.  

Pocos minutos después he encontrado en una de las bancas del parque, una vieja libreta que en la cubierta dice, Diario de un viaje místico

Al abrirla  he leído el nombre de Fausto en varias ocasiones.

Me di cuenta que pertenecía a la chica, entonces  decidí dejar una nota con mis datos al vigilante y salí a buscarla con la diario bajo el brazo.

Durante varios días la busqué por las calles estrechas, húmedas y góticas de la ciudad a la misteriosa chica sin éxito.

Y cuando llegaba a mi habitación por la madrugada, leía el diario por curiosidad.

Al principio me parecía solo el relato de un viaje por México; pero al avanzar en la lectura algo inquietante me pasó. De pronto mi brazo izquierdo se ha movido por su propia voluntad.

Durante el día buscaba a la chica. En tres ocasiones la he visto entre la gente.

La primera vez en el Barrio Gótico y la otra en el Raval, pero cuando corrí para alcanzarla la he perdido de vista entre las personas. Es raro, porque me da la impresión de que ella sabía que yo la buscaba.

La tercera vez la encontré en la Plaza Royal. Ella me miró fijamente y cuando la llamé, dio dado la media vuelta y se perdió entre las calles.

Ahora después de leer el diario. Se porque se escondía de mí,  pues el texto habla de un viaje por México de tres amigos y en ese viaje ellos encontraron una extraña “voz”, como una voz interior, o una antigua voz, pero lo más extraño es que siento que esa voz me ha comenzado a hablar a mí también.

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